martes, 28 de septiembre de 2010

EL SOÑADOR
                
             Por:
Karem Johana Caballero Rodríguez

En un pequeño rincón de aquella gran ciudad llamada Faraway, grande e impetuosa pero a la vez desafiante, y lejos de alcanzar sus sueños y cumplir con todos sus anhelos, vivía aquel joven, apuesto, de muy buen parecer, fornido y lleno de nobleza; su nombre era Felipe, un joven esforzado y soñador que vivía con su madre en un barrio humilde de aquella gran ciudad. Felipe que desde niño había tenido que trabajar y luchar por sobrevivir, enfrentando diariamente los desafíos de la vida y  resistiendo todas las adversidades que se le presentaban,  tenía un gran sueño; Ir a la Universidad y lograr ser un famoso actor de cine, pero cada día que pasaba, Felipe se veía más lejos de alcanzar ese gran sueño, ya que le tocaba buscar el sustento de su madre y el suyo propio y no contaba con un buen empleo que le brindara la oportunidad de pagarse los estudio en la universidad .

Una tarde de verano, Úrsula, la mamá de Felipe se encontraba en el patio de su casa lavando una ropa, y de repente llega el joven Felipe brincado de la emoción anunciándole: ¡Mamá, mamá  conseguí trabajo en el famoso lavadero del centro¡ Y  la mamá emocionada lo felicita, le da un gran abrazo y un beso en su frente y le dice “hijo, estoy muy orgullosa de ti, eres un buen muchacho, y sé que todo te saldrá bien, si sigues así poco a poco podrás alcanzar tu sueño de ser actor y de estudiar en la universidad” Pero en su corazón, su madre guardaba un profundo dolor, ya que ella creía que para su hijo la vida no había sido nada fácil, y le preocupaba el hecho de que Felipe no lograra conseguir sus sueños.
Felipe emocionado, ansioso y lleno de expectativas comienza a trabajar en el famoso lavadero del centro de la ciudad, él era un joven disciplinado, aplicado y de aprendiz rápido, él se esforzaba el doble por cumplir con sus obligaciones, siempre llegaba antes de la hora de entrada, era respetuoso con sus compañeros de trabajo y con sus superiores, por todas esas razones  no le fue difícil ir escalando posiciones en aquel lugar; y con el transcurso del tiempo el joven Felipe fue ascendiendo de puesto de lavador de carro ha supervisor y es allí en donde verdaderamente empieza toda esta historia.
Mabel, era el jefe de Felipe y dueña del lavadero de autos, era una mujer muy sexi, inteligente y caprichosa, y quien al ver todas esas virtudes de Felipe comenzó a sentir una fuerte atracción por él, pero él de su parte no mostraba ningún interés por ella,  porque él siempre conservó su lugar de empleado a jefe, él la veía y trataba con mucho respeto, Pero Mabel era una señora muy ambiciosa y acostumbrada a conseguir  todo lo que quería, y como se dio cuenta que Felipe le era indiferente y no correspondía a sus caprichos, se obsesionó con él y desde entonces pretendía enamorar al joven Felipe como le fuera posible. Pero él por su parte tenía otras metas, en esos momentos no pensaba en estar con ninguna mujer, solo quería trabajar y juntar el dinero necesario para lograr ingresar a la universidad; de esta manera logró mantenerse alejado de Mabel por varios meses; pero lo que Felipe no se esperaba es que en poco tiempo llegaría a su vida alguien muy especial, que le robaría su corazón.
Lucia era la secretaria de Mabel, una joven muy bella, noble, sensible e inocente, trabajadora y dedicada  a sus estudios. Es curioso que muy a pesar de que ambos trabajaran para la misma persona y en el mismo lugar, no se habían cruzado en sus caminos, era como si hubieran estado invisibles el uno para el otro; pero un hermoso día de primavera la venda que les había impedido verse se les quitó de los ojos, no fue en un gran acontecimiento, ni en una velada romántica, fue allí, en aquel lavadero, en un día más de trabajo cuando estos dos jóvenes se cruzaron en sus caminos, y de inmediato surgió en ellos una fuerte atracción, pero no lo demostraban por el miedo  de ser rechazados el uno al otro, los dos eran tímidos, pensaban que no eran correspondidos y no habían tenido mucha suerte en el amor, pero a pesar de disimular toda aquella atracción que tenían el uno por el otro, Mabel que era astuta como la serpiente, notó la atracción que sentían estos dos jóvenes y al ver que Lucía y Felipe se estaban enamorando trataba de ingeniarse un plan para separarlos. Ella estaba celosa y obsesionada con Felipe, y desesperada le pide ayuda a su mejor amigo Leonardo, pero Leonardo que la conocía, que sabía cuan caprichosa era su amiga y al ver como estaba la situación le dice “cálmate Mabel, estás obsesionada con ese hombre, entiende que él no te corresponde, deja que ellos descubran lo que sienten. Él no te quiere”, ella confundida y desesperada por la respuesta de su mejor amigo no sabía que hacer, se encontraba desesperada, entre otras cosas lo que ella no sabía era que su mejor amigo estaba enamorado de ella y que daría todo por ser su novio y no su amigo.
Cada día que pasaba esa atracción existente entre Felipe y Lucía crecía más y más y comenzaba a convertirse en el más puro y hermoso sentimiento. En Amor, pero en silencio, porque ninguno de los dos se atrevía a confesar todo eso que sentían. Mabel, quien no descansaba en maquinar un plan para separar a Felipe y Lucía y evitar que lograran confesarse todo su amor, consigue una beca en el extranjero para Lucía, todo con el claro propósito de mantener a Lucía lejos de Felipe y de ésta manera ella poder estar mas cerca de él. Cuando decide darle la gran noticia a Lucía, lo hace de tal manera que Lucía no considerara la posibilidad de rechazar la beca, entre otras porque el gran sueño de Lucía era poder estudiar en el extranjero, por eso, cuando Lucía recibió la noticia se llenó de emoción y aceptó la beca, a demás ella pensaba que todo el amor que sentía por Felipe, no le rea correspondido, Aunque le dolía mucho el hecho de pensar que ya no iba a ver más a Felipe, o por lo menos pasarían muchos años para poder volver a verlo, ella pensaba que lo mejor era alejarse de él y así le sería más fácil olvidarlo. Lucía triste empaca sus cosas y se va para París a estudiar, se fue sin despedirse de nadie para que no fuera tan dura la despedida.
Transcurrido varios meses Felipe siente una profunda soledad que no podía explicar, como si le faltara algo, al tiempo se dio cuenta que eso que sentía que le hacía falta era Lucía, y descubrió que ella era su gran amor, que todo giraba en torno a ella y estaba decidido a salir a buscarla, así le tocara atravesar el océano y recorrer el mundo para llegar hasta donde ella se encontraba y decirle que la amaba. Viajó a Europa para verla a ella, cuando por fin lo logró  emocionado, llegó hasta el lugar en donde se encontraba Lucía, tocó a su puerta, ella desprevenida, sin saber de quien se trataba abrió la puerta y ¡oh Sorpresa! estaba él. Felipe, su gran amor,  quien con un nudo en la garganta y lleno de una emoción inexplicable le dice “vengo a decirte todo lo que siento por ti, que te amo con toda mi alma, que me he dado cuenta en todo este tiempo lejos de ti, que sin tu amor no puedo de vivir”. Lucía al oír todo esto, de la emoción se le cuelga del cuello y lo besa, fue aquel beso tan profundo que los dejó sin aliento, y Felipe no tuvo más palabras sino para decirle ¡cásate conmigo! Era de no creer por fin aquel amor que parecía imposible y no correspondido había dado sus frutos y estaba pasando de ser un sueño a convertirse en una hermosa realidad.
Por su parte Mabel, cuando se entera que Felipe había salido en busca de Lucía para confesarle su amor, se llena de mucha tristeza y se  sumerge en una profunda depresión, tan grande era la tristeza de aquella caprichosa mujer que decide acabar con su vida, toma una cuerda, la cuelga del techo de su casa, se amarra del cuello y salta al vacio, pero  en ese momento llegó su amigo y logra salvarla, ella inconsciente y sin ganas de vivir se encuentra tendida en los brazos de aquel hombre que por años la ha amado en silencio, y fue allí en ese momento con sus ojos llenos de lágrimas y ante la posibilidad de perder a la mujer a la que tanto ama, cuando Leonardo decide confesarle todo su amor, ella logra reaccionar y le pide perdón por haber sido tan egoísta y por haber estado tan ciega, y le pide que por favor la enseñe a ser una mujer buena a lo que él le responde con una hermosa sonrisa en su rostro, “ya comenzaste a ser buena” “tener el valor de reconocer que hemos fallado y pedir perdón es una virtud y un fruto que solo germina en un corazón bueno” desde entonces Mabel y Leonardo son novios y viven muy enamorados y Felipe al lado de su amada Lucía, consiguió un excelente empleo en Europa que le permitió ingresar a la universidad y conquistar su mas grande sueño, ser un famoso actor, tan grande fue la fama de Felipe que protagonizó la famosa historia convertida en película  El soñador.









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Por imposible que parezcan tus sueños y aun cuando te veas lejos de  cumplirlos, NO renuncies, lucha por ellos hasta el final, aunque el resto del mundo te llame loco y soñador. Karem Caballero Rodríguez.

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